No dejan respirar,
Y anhelan un estallido,
Que explosione la maquina en mil pedazos
Para que sólo quede la naturaleza,
La nada.
Para que nada,
De sentido a todo,
Y todo
No signifique nada.
Las tuercas aprietan…
Para que las manillas paren,
Para que no exista.
Porque cuando cesa el tiempo,
Desaparecen los deseos,
El motor se frena en seco,
Y el vehículo
Abandonado entre el frío desértico
No se dirige a ningún lugar.
Para estar
Simplemente,
Para ser una planta,
Ya sin fragancia,
Ni agua.
Las tuercas aprietan…
Para que el dolor
Se haga intenso,
Y de aquí aprendamos a no usar la lógica,
Enfermedad del mundo.
La razón de los locos.
Para que el sistema
Se rompa,
Y no podamos hacer nada,
Porque no hay nada qué hacer,
Tampoco mantener la maquina en marcha.
Porque no existe.
Las tuercas aprietan…
Para que sea un hombre
Su propio lobo
Y para los demás.
Para que obedezcamos.
Para que reventemos
Y desaparezcamos.
Para que no exista,
Y nos abandonemos a su suerte.
Para que nos atornillen
A la frustración de estar vivos,
Y al fracaso de la muerte.
Que el todo no se convierta en nada y que ésta pueda dar lugar a muchos comienzos.
ResponderEliminarSiempre...